PortraitTutenges

Robin Tutenges

(FRANCIA)

Robin Tutenges (1995, Francia) es un fotógrafo documental que trabaja principalmente entre París y Asia. Miembro del colectivo Hors Format, su práctica fotográfica se enfoca en problemáticas transfronterizas, crisis humanitarias y sus consecuencias, con un énfasis particular en las violaciones de los derechos humanos y los derechos de las mujeres. A través de un enfoque periodístico y de largo plazo, Tutenges ha explorado realidades complejas en contextos marcados por la violencia, la represión política y las luchas sociales.

A lo largo de su carrera, ha trabajado en diversos escenarios de conflicto y transición, desde Kazajistán y Kirguistán, donde documentó la vida de los sobrevivientes de los campos de detención en Xinjiang, hasta la comunidad de skateboarding en Ucrania, la cual registró en medio de las tensiones políticas del país. En el contexto de la revolución en Bangladesh, se adentró en el tema de las desapariciones forzadas perpetradas por el régimen de Hasina. Desde 2022, ha estado documentando la resistencia armada contra la junta militar en Myanmar, un testimonio visual de la lucha por la democracia y los derechos humanos en uno de los contextos más complejos y violentos de Asia.

El trabajo de Tutenges ha sido exhibido en instituciones de prestigio como el Centro Fotográfico de Marsella y el Centro Claude Cahun en Nantes. Su obra también ha sido publicada en medios internacionales de renombre, como Le Monde, The Washington Post y The Guardian. A través de su lente, ofrece una mirada profunda y conmovedora sobre los retos sociales y políticos del mundo contemporáneo, buscando generar una reflexión crítica sobre los derechos fundamentales y las injusticias que atraviesan fronteras y continentes.

Artem. Kiev, Ucrania, 2023. Robin Tutenges / Collectif Hors Format / Con el apoyo del CNAP
Artem. Kiev, Ucrania, 2023. Robin Tutenges / Collectif Hors Format / Con el apoyo del CNAP
Sobre el asfalto crecemos (2023) es una serie de Robin Tutenges que captura la resiliencia de la juventud ucraniana en tiempos de guerra. «Ucrania es como una prisión donde nadie puede salir, y Kiev es mi celda», dice Alexandr, un patinador de 24 años, en una reflexión que sintetiza la desesperación y las limitaciones impuestas por el conflicto. A pesar de la tragedia, el skateboarding se presenta como un escape, un refugio donde los jóvenes ucranianos encuentran un respiro del caos que les rodea. El acto de patinar, que antes era una simple actividad recreativa, se ha convertido en una forma vital de resistir y seguir adelante, un medio para sentirse vivo, incluso cuando el mundo parece desmoronarse a su alrededor. El skateboarding se transforma en un símbolo de libertad, no solo física, sino también mental. «Una forma de sentirse vivo, incluso cuando todo el mundo se enamora», comenta Vasilkan, un joven patinador de Odessa, quien explica cómo este deporte le permite alejarse de la dureza de la guerra. Mientras el país se ve marcado por la violencia y el miedo constante al reclutamiento, el skateboarding se convierte en una válvula de escape emocional para los jóvenes, que encuentran en el asfalto una forma de conectar con ellos mismos y con su comunidad, alejándose por un momento de la pesadumbre diaria. En este contexto, los patinadores no solo están desafiando las calles, sino también los traumas de un conflicto prolongado que ha alterado por completo su realidad. La serie también documenta el contraste entre la destrucción que invade las ciudades y el acto de resistencia que es el patinaje. Las calles de Ucrania, plagadas de escombros y barricadas, sirven de fondo para las acrobacias que aún se ejecutan, desafiando las ruinas de lo que fue un mundo antes de la guerra. Los espacios de skate, que alguna vez estuvieron marcados por un sentido de normalidad y diversión, ahora se enfrentan a la brutalidad de los bombardeos y el caos. «Aquí, en grande sobre el asfalto, sobre un suelo de mala calidad para patinar», dice Éric, un patinador de Dnipro, quien relata cómo, a pesar de la situación, sus sueños de salir de Ucrania y ver el mundo siguen vivos. En medio de la guerra, los jóvenes patinadores no solo desafían las leyes de la física, sino también las fronteras impuestas por un conflicto que busca borrar su existencia.