La fotógrafa Morgana Vargas Llosa capturó con singularidad agudeza el temperamento del gran maestro Mario Vargas Llosa mientras escribía El Paraíso en la otra esquina, durante la experiencia de padre e hija en la aventura viajera que recogió los pasos de Flora Tristán (1803-1844) y de su nieto, el célebre pintor postimpresionista francés, Paul Gauguin (1848-1903).
Desde el lenguaje de la imagen fotográfica, válido complemento a la narrativa utilizada por su padre, expuso aspectos enriquecedores para la percepción de lugares como las Islas Marquesas, Tahití, París, Lima, Londres y Burdeos, por donde deambulan los personajes novelados, dando como resultado este relevante trabajo, Las fotos del Paraíso, que FOTOMUSEO presenta hoy a la sociedad colombiana.