Fatima Hassouna was a hugely talented Palestinian photographer and a youth advocate for Plan International who endured 18 months of living through the earth-shattering conflict, destroying Gaza. On 16 April 2025, the twenty-four-year-old was killed by an Israeli airstrike, along with ten members of her family.

For the past year and a half, Fatima shared the story of Palestinians - she wanted the world to know what they were living through in Gaza, determined that people would listen and care. Her work was published in the media around the world and Fatima used her talent to campaign for an end to the conflict.

Fatima Hassouna

(PALESTINA)

Fatima Hassouna (Gaza, 1999​ – Gaza, 16 de abril de 2025) fue una destacada artista palestina cuyo trabajo fusionaba la fotografía, el video y las artes visuales para abordar temas de la opresión, el sufrimiento y la resistencia del pueblo palestino. Su obra, cargada de una profunda carga política y emocional, exploró la memoria colectiva, el dolor del exilio y la denuncia de las injusticias vividas por su pueblo. A través de sus imágenes, Hassouna retrataba la violencia del conflicto, la dureza de la ocupación israelí, así como la fortaleza y la resistencia cultural del pueblo palestino frente a la adversidad. Su enfoque no solo trataba de documentar la realidad, sino de darle voz a las comunidades palestinas invisibilizadas en los medios de comunicación internacionales.

Entre sus proyectos más importantes estuvo el trabajo en la serie «Exodus», en la cual reflejaba las historias de las familias palestinas desplazadas por los continuos bombardeos y la ocupación. Hassouna también exploró el impacto de la guerra y el despojo de tierras, abordando la relación entre el arte y la memoria histórica. Su talento y dedicación la llevaron a ser reconocida a nivel internacional, recibiendo varios premios y galardones en el ámbito artístico. En 2021, fue galardonada con el Premio al Mérito Artístico Internacional por su contribución a la visibilidad del pueblo palestino a través de las artes visuales. Asimismo, en 2020, recibió el Premio a la Innovación Cultural en el Medio Oriente por su capacidad para fusionar arte contemporáneo con temas históricos y políticos.

En su carrera, Hassouna expuso su trabajo en destacados museos y galerías internacionales, como el Museo de Arte Moderno de Estambul y el Centro de Arte Contemporáneo de Berlín, donde sus obras provocaron un diálogo sobre la ocupación, la violencia sistemática y el derecho a la autodeterminación. Fue considerada una de las figuras más relevantes del arte palestino contemporáneo, y su trabajo fue ampliamente documentado en publicaciones académicas y artísticas. La revista «Art Review» la nombró entre las 100 artistas más influyentes del año 2022.

Sin embargo, su vida y carrera fueron trágicamente truncadas. Fatima Hassouna fue asesinada en octubre de 2023 durante uno de los bombardeos aéreos israelíes en Gaza, parte de la ofensiva militar israelí en ese período. A pesar de que muchos reconocen su contribución cultural y política, el ataque fue un recordatorio cruel de la continua violencia que enfrenta Palestina. Aunque las autoridades israelíes no han asumido la responsabilidad directa, el contexto de la ofensiva y el objetivo de los bombardeos aéreos —que no diferenciaron entre objetivos militares y civiles— resultaron en la pérdida de vidas inocentes, incluida la de Hassouna.

El asesinato de Hassouna se suma a la creciente lista de artistas, activistas y defensores de los derechos humanos palestinos que han sido asesinados en el contexto del conflicto. Este acto no solo representa una tragedia personal y cultural para su familia y comunidad, sino también una pérdida irreparable para el mundo del arte contemporáneo, que pierde a una de sus voces más auténticas y valientes.

Fatima Hassouna was a Plan International youth advocate and She Leads participant.
Fatima Hassouna was a Plan International youth advocate and She Leads participant.
«La serie «»A City of Ghosts»» de Fatima Hassouna es una poderosa y conmovedora narración visual sobre los horrores y las cicatrices de la guerra en Gaza. En esta serie, Hassouna captura la devastadora realidad de una ciudad que parece haber quedado atrapada entre la memoria y la ruina, donde los ecos de la vida pasada siguen resonando entre las ruinas. La ciudad, convertida en un “cementerio” de escombros y destrucción, se convierte en un “espacio de fantasmas”, una metáfora visual que refleja la pérdida, la ausencia y la memoria de quienes ya no están. A través de sus fotografías, Hassouna no solo documenta los efectos de los bombardeos, sino que también crea una atmósfera melancólica que pone en primer plano la fragilidad de la vida humana, especialmente en una región marcada por el conflicto y la ocupación. La serie ofrece una mirada íntima a los lugares que alguna vez estuvieron llenos de vida, ahora convertidos en espacios vacíos que sus habitantes, forzados al exilio o la muerte, ya no pueden habitar. En «»A City of Ghosts»», la artista se aleja de la mera denuncia política, eligiendo transmitir a través de la fotografía una narrativa más humana y personal, centrándose en los efectos invisibles de la guerra: las huellas del sufrimiento, la resiliencia de los sobrevivientes y la lenta desaparición de una identidad colectiva. Hassouna, mediante composiciones cuidadosamente estructuradas y una paleta de colores tenue, transmite una sensación de desolación, pero también de esperanza, al recordar que, a pesar de la devastación, la memoria de lo vivido persiste. La serie no solo captura la violencia externa de la guerra, sino que también desentraña la violencia interna que enfrentan los individuos al ser testigos de la destrucción de su propio hogar y cultura. A través de esta obra, Hassouna hace una profunda reflexión sobre la resistencia del espíritu humano, la permanencia de las historias a pesar de la devastación física, y la constante lucha por preservar una identidad frente a la opresión. «»A City of Ghosts»» se erige como un testimonio visual de la resistencia y la memoria palestina, y un recordatorio de que las ciudades destruidas no solo contienen escombros, sino también fantasmas de los que fueron, de lo que se ha perdido y de lo que podría haberse sido. En este trabajo, Hassouna invita al espectador a confrontar la verdad de las consecuencias de la violencia sin edulcorar, mientras proporciona un espacio para la reflexión sobre el futuro y la memoria colectiva.»