Diseñador gráfico que desde el año 2008 decidió dedicarse a la fotografía profesionalmente. Con perfil de reportero gráfico ha trabajado de manera independiente para clientes particulares y empresariales, dándole un énfasis a proyectos con fundaciones y organizaciones de derechos humanos en donde el retrato es el eje principal de su trabajo.
Locura de amor, amor locura:
Estas imágenes, capturadas por el fotógrafo Diego Zamora Meléndez, son el resultado de una investigación para el texto inédito y en proceso de trabajo "Locura de amor, el amor lo cura" que La Fundación Vida Nueva* nos permitió realizar durante el año 2009.
La serie muestra sonrisas de mujeres alegres y llenas de vida. Estas mujeres por distintas razones en algún momento de sus vidas encontraron en la prostitución una opción laboral, y aunque desde esa orilla comprendieron otra perspectiva de la sociedad, como cualquiera en su rol de trabajo siguen guardando todo la que las constituye como seres, con la frente en alto, con dignidad como personas sujetos de derecho.
La FUNDACIÓN VIDA NUEVA, trabaja con mujeres que ejercen la prostitución y otras problemáticas de calle, en su mayoría han sido víctimas de trata de personas, para obtener el recurso económico. El 85% de las mujeres atendidas, han tenido experiencias de explotación por proxenetas que las manipulan y engañan ofreciéndoles una mejor vida que casi siempre termina en esclavitud. La fundación viene trabajando hace más de 25 años y es reconocida en las zonas de tolerancia, y por otras fundaciones.
Huellas y fragmentos.
Así como los objetos, los cuerpos se han roto. La guerra ha roto los cuerpos.
Los accidentes con Mina Antipersonal dejan una huella en el cuerpo del sobreviviente, y las cicatrices, visibles o invisibles, significan una recordación constante del hecho victimizante.
A través del Kintsugi, práctica japonesa para reparar fracturas de la cerámica, realizamos un proceso de reconstrucción de las memorias de vida. Al pegar las partes y compartir los relatos, surge la posibilidad de nombrar de nuevo, de encontrar nuevas miradas, significados, o quizá también, de apreciar la belleza de lo que ha sido restaurado, remendado y por tanto transformado. La restauración abre un camino para celebrar la imperfección y a su vez la capacidad de recuperarnos y hacernos más fuertes.
Dice Bárbara Bloom “Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso”.
El poeta Rumi decía que “la herida es el lugar por donde entra la luz”.
Estas fotos hacen parte de unos talleres realizados por la Fundación Prolongar con víctimas directas e indirectas de Vista Hermosa para indagar sobre las afectaciones en el territorio, los cuerpos y las subjetividades. Además del Kintsugi, se utilizó el cuerpo, la respiración y el teatro como vehículos de la memoria.